Aún recuerdo cuando lo hacia con mi novio, solía ser siempre algo fuera de lo común, algo salvaje con amor. Una día jueves, como de costumbre iba a su casa en las noches, todo comenzaba con cualquier roce, o mirada, ese día fue algo excitante verlo después de tanto sin sentir su piel, me abri de piernas para colocarme encima de el, besándolo de la manera más intensa y que notara mi deseo hacia el, moviendo mis caderas encima de su pene para sentir como se excitaba y se le ponía muy duro, como me encantaba y excitaba aún más. Sus manos iban a mi trasero dando palmadas demostrando como me dominaba, y su mirada de maldad y excitación me ponía más húmeda cada vez, me giró y me acosto a un lado mio, metiendo su mano bajo mi ropa interior, tocaba todo mi cuerpo contemplando que solo era suya, me quitó toda la ropa y comenzó a masturbarme, eso me encanta, abría cada vez más mis piernas y me retorcia de la excitación, metia sus dedos en mi vagina y me hacia lamerlos, me sentía su perra, lamia mis senos y me excitaba cada vez más, no aguantaba, queria que lo metiera enseguida, subio a mi boca para seguirme besando igual de excitado y meterme de un golpe su pene, era lo más placentero y rico del mundo, le pedía que me diera cada vez más duro, me tomaba del cuello y me miraba a la cara, eso era como tener mil orgasmos. Tenia muchas ganas de mamarselo y lo saque para lamerselo todo, estaba empapado de lo húmeda que estaba, me lo meti todo a la boca, lo lamia como si fuera a comermelo, chupaba sus bolas que me excitaba mas, pero chupar la cabeza de su pena era lo más rico de todo, lo sentía cada vez mas duro. Le pedi que me pusiera en 4, y al ponerme asi escupio mi culo y lo lamio, eso fue divino, luego metio su pene y me dio tan duro que me hacia gritar de placer, tomaba mi cintura y me daba nalgadas muy duras, jalaba mi cabello y me daba cada vez mas duro, me giró y me puso a mamarselo, me lo metia hasta las garganta, eso era lo mejor, mamarselo todo y pasar mi lengua por su pene le encantaba, queria su rica leche en mi cara y en mi boca, se lo pedía con todas mis ganas, se lo mame hasta que quisiera acabar, se masturbo en mi cara y yo con mi lengua afuera esperaba su leche, acabo en mi cara y su leche cayó por todo mi rostro y mi lengua, pase mis manos por mi cara y chupe mis dedos, pase de su rica leche por mis pezones y mi clítoris para masturbarme con ella, sentir su leche caliente me daba mucho placer, siempre me hacia tener muchos orgasmos y dejaba muy complacida, era lo mas rico del mundo.
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