Hola de nuevo, envío la segunda parte de mi relato, espero les guste.
El día domingo nos encontramos en la entrada del centro comercial Santafé, muy puntual llego él y procedimos a entrar a mirar tiendas y a mirar ropa para embarazo, blusitas, pijamas, ropa para la nena, etc.
Él era muy atento y al entrar a cada tienda me aconsejaba que se me veía bien que no le parecía, ropita para la nena; entramos a una tienda donde vendían unas blusas preciosas y decidí probármelas y mi pequeño acompañante me escogía cuales les gustaban más, mientras yo entraba al probador y me las alcanzaba.
Mientras estaba en el probador, le dije que me alcanzara otra blusita para probarme, lo que hizo en vez de alcanzarme la blusita por la cortina, fue entrar directamente donde yo estaba y alcanzarme la siguiente blusita, yo estaba en ese instante quitándome la anterior prenda para probarme la siguiente, y cuál sería su sorpresa y la mía, yo estaba de la cintura para arriba con solo el brasier, mi susto fue tal que apenas atine a decir, Andrés, que haces, espérame afuera, él estaba perdido mirando mi voluminoso pecho que solo estaba cubierto por la fina tela del brasier, tome de nuevo la prenda que me había quitado y me cubrí por encima, le volví a decir ya con un tono más alto, Sal por favor Andrés .
El corazón se me acelero, estaba nerviosa y asustada por lo sucedido, no me imagino como debió sentirse el por lo ocurrido, me vestí rápido, pague la ropa que me gusto y salimos de la tienda, él no decía nada, estaba muy callado, yo tampoco no decía nada, imaginaria el que estaba bastante molesta, detuve el paso y le dije, mira, no te preocupes por lo que la paso, fue un pequeño malentendido, no estoy enojada contigo, fue solo la reacción del momento, ya que entraste tan inesperadamente que me asusto, me miro a los ojos y me decía que lo perdonara, le dije que no hay nada que perdonar, que no se preocupara por eso, le pregunte si tenía hambre, que fuéramos a almorzar y olvidáramos lo sucedido. El apenas sonrió algo apenado, pero ya más calmado al darse cuenta que no le di mucha importancia a lo que paso.
Entramos a comer hamburguesa, tenía antojos y por qué no ir y comer jejejeje
Ya dentro pedimos nuestras respectivas hamburguesas, con papas las cuales me encantan y tocineta extra, el pidió lo mismo pero yo en vez de gaseosa tome te.
Nos ubicamos en la mesa mientras esperábamos que saliera nuestro pedido, yo le decía a Andrés Felipe, te sientes bien? o aun estas preocupado por lo sucedido?, algo apenado me contesto, le sonreí tiernamente para que se tranquilizara, esperamos unos minutos y nos llamaron por nuestro pedido.
Comíamos y le conversaba para darle de nuevo confianza, ya estaba más animado y comiendo juicioso lo que pidió, ya habíamos terminado de comer y mientras reposábamos, me comento algo que no me había percatado
Lizeth, quiero preguntarte algo.
Le dije si claro dime
Es que cuando accidentalmente entre al probador y te vi, me percate que tu brasier estaba algo mojado, derramaste agua sobre ti?
Se fijó justo que tenía mi brasier humedecido, pero no por agua, era mi leche materna, la pregunta me tomo por fuera de base, pero actué con naturalidad y le respondí.
Mi nene lo que pasa es que algunas mujeres en estado de embarazo comienzan a pre-lactar, y
Lo que viste no fue agua, fue mi leche materna que mancho un poco mi brasier.
Quedo algo asombrado por la respuesta, pero es mejor aclarar esas cosas. Y le dije que nada de comentar esto con alguien.
Ya después de finalizada las respectivas compras subimos a mi carro y procedí a llevarlo a su casa, cuando llegamos, nos despedimos de beso en la mejilla, y antes de que bajara le recordé que no comentara lo sucedido con nadie, a lo que me dijo que nunca le diría a nadie. Se bajó y yo continúe mi camino a mi apartamento a descansar.
Nuestras conversaciones por WhatsApp eran más frecuentes, comenzó a ir de vez en cuando seguramente para no abusar, pero yo le dije que viniera cuantas veces quisiera pues a mí no me afectaba en lo más mínimo que el observara partidos o películas en mi cuarto que era hay donde tenía el TV, la primeras semanas transcurrió normal la verdad que yo no notaba nada extraño pues era un chico tímido, amable y muy respetuoso.
A mí me gustaba observarlo de vez en cuando, en momentos que me sentaba a ver los partidos con él y preguntaba acerca del tema que la verdad nunca he podido entender bien. La presencia del chico ya era a diario, y a la vez me gustaba, pues era decente y educado, además me acompañaba pues yo permanecía mucho tiempo sola. Cuando el partido terminaba se iba hacia su casa.
Las semanas siguientes Andrés Felipe se había acercado más a mí, me conversaba más y se mostraba más maduro aunque conservaba rasgos de timidez, muy de su edad y personalidad. Tengo que confesar que empecé a sentir que el muchachito me observaba con disimulo, llegué a pensar que le impresionaba mi inflado vientre, a medida que él me observaba yo me hacia la desentendida, pero extrañamente comencé a sentir agrado y cierta atracción hacia sus miradas ocultas. La verdad es que hasta me sentí halagada y pensé lo buen hombre que iba ser él, unos años más adelante, cuando alcanzara su adultez. La verdad eso no impidió el buen desarrollo de nuestra amistad, además yo comprendía la edad y etapa que comenzaba a cruzar el muchachito. Sus miradas eran más frecuentes y la verdad me puso nerviosa, empecé a imaginar cosas con el chico, la verdad no era muy obscena, pero me hacía sentir cosquilleo por el cuerpo. Debo explicar que en algunas mujeres en gestación el deseo sexual aumenta, y siendo este mi caso, solía pensar en hacer el amor día a día estando preñada.
No sé cómo explicarlo pero me empezó a atontar la presencia del chico, yo misma ni me entendía, a tal punto que pensé decirle que no volviera, que en esos días no iba poderlo recibir más, pero luego recapacité y pensé que era absurdo decirle eso, pues además de observarme, el solo venía a hacerme compañía y luego muy respetuosamente se iba.
Es decir no había motivo, y por lo pronto a la larga es normal que un hombre mire a una mujer. Pasaron varios días y me sentía asechada cada vez que yo me volteaba, entonces decidí alejarme un poco de él y hacer otras cosas mientras el miraba TV, decidí irme al otro cuarto donde siempre preparaba todo lo necesario para la llegada de mí nena, decidía entrar y no prestar atención a sus miradas y observar un rato TV en su compañía. Yo noté al chiquillo intenso, como si no se pudiera acomodar, cuando de repente decidió hablarme, y cual sería mi sorpresa, al oír sus preguntas.
Cuantos meses te faltan para tener a tu bebita?
Cuatro, Andrés Felipe,………….. Le contesté.
Y como te sientes de salud?
Bien gracias Andrés…….. Por qué me lo preguntas?? (La verdad me causó curiosidad de que me hablara el directamente)
Pues, la verdad es que como me contaste que estabas pre-lactando y la verdad leí en una de tus revistas que tienes en tu mesa de noche, que la mujer lacta después del parto.
Si Andrés es cierto, pero mi caso es diferente, y algunas nos ocurre antes de, aunque no es muy frecuente. Ya te lo había dicho.
Perdóname por esta pregunta que te voy hacer. Piensas amamantar a tu bebé cuando nazca?? Yo leí en la misma revista, que eso hace caer los senos.
La verdad me impactó la pregunta, sentí algo raro en mi estómago, como si fuera prohibido hablar de eso con un muchachito tan joven, a la vez me causo curiosidad y le contesté. Andrés Felipe, una es una madre y debe hacer cualquier cosa por sus hijos. Una madre debe alimentar a su bebe para que crezca sano, y nunca pensar primero en su apariencia física, pues eso es secundario. Primero está el bienestar de su hijo. Además porque me lo preguntas??? Debo confesar que sentía como corrientazos dentro de mí, no sé si producidos por efectos del embarazo o si por la pregunta del chiquillo.
Te he estado observando todos estos días, y no he hecho si no pensar como una madre le da leche a su bebe, no puedo imaginar cómo será, y a que sabrá la leche materna, sabrá igual que la leche de vaca. Es una simple curiosidad, pero la verdad es que me retumba. No recuerdo ese sabor, debe ser por lo que era muy pequeño, Tal vez por eso, tengo hoy en día mucho deseo de saber cómo es, y desde que te he visto en cinta me he preguntado si tú lo vas hacer y por cuanto tiempo.
La verdad que el tema del chico me turbó, traté de componerme, y le respondí que eso era algo personal, aunque muy dentro de mí me gustaba el tema.
Solo atinó a decirme, perdóname, no te quiero ofender, yo no le veo nada de malo a que me cuentes sobre eso. Yo soy chico pero ya entiendo lo que sucede, además tu eres una mujer lindísima, de las más bellas que yo he visto, con unos bellísimos pechos, más hermosos que los de mi misma mama, y me parecería muy lógico que quisieras conservar siempre tu figura.
La verdad sentí, no unos si no miles de corrientazos dentro de mí, era diferente a lo que se sentía, en medio de una excitación. Me sonaba raro, extraño y prohibido estar hablando con el chiquillo de ese tema, y decidí continuar pues en el fondo me agradó….. OK, Andrés Felipe te entiendo, pues la verdad es que si pienso amamantar a mi nena, lo hare con el mayor de los gustos, eso es algo muy importante para su futuro crecimiento, además los bebes lo sienten y son más seguros cuando comienzan a crecer, además la relación con su mamá se fortalece después de haberlo amamantado unos meses.
Para ese momento él había perdido todo el interés en la TV, y de pronto expresó con mucha timidez pero con valentía a la vez.
Siempre he querido saber cómo se hace, como es la lechecita materna y a que sabe, me amamantarías por un ratico? así, yo quitaría mis dudas y a la vez tu podrías practicar conmigo. Yo te prometo respeto hacia ti como si fueras mi propia madre, y también te juro que no le contare a nadie, pues sería nuestro secreto.
La verdad sentí de todo cuando este niño me dijo eso. Era una sensación interna que corría de mi vientre a mi cabeza y de mi cabeza a mi vientre. Su madurez y la seriedad con que me habló me dejó anonadada, la verdad no pude decir nada ni contestar, la boca me quedó un poco abierta, y sentí humedad en mi entre pierna. Esa excitación no estaba dentro de mis límites de control, pasaron unos segundos, no sabía si demostrar pudor y pedirle que se fuera, tampoco era impuro lo que el proponía y me turbó muchísimo, sentí un excitación diferente a la común y le contesté.
Oye somos amigos, y soy mayor que tú.
Si es cierto, pero yo no quiero irrespetarte, solo quiero conocer algo que es desconocido para mí. Yo solo quiero sentirte como una mami por un rato y que tú me sientas como un bebe también por el mismo rato, así yo conozco y tu aprendes y prácticas.
La capacidad de elocuencia del chico me impresionó, además su alto poder de convencimiento, era claro la falta de afecto que tenía de su madre, en ese momento me sentí dominada, sabía que era algo raro, fuera de lo común, de lo convencional, posiblemente pecaminoso y reprochable, me levanté del borde de la cama donde yo me encontraba sentada, pues la TV la tenía ubicada en mi habitación, y el chico estaba sentado en la otra orilla de la cama, y completamente hipnotizada me dirigí, a la puerta del cuarto, cerré con seguro, luego sin mirarlo a él, entré al vestir (vestidor) que comunicaba al baño y por decencia y pudor con él y conmigo misma me quité mi sujetador por debajo de la blusa lejos de su presencia, luego salí y me senté en el borde de la cama y le dije.
Bueno mi nene, ven y tomas un poco, pero por favor solo hagas lo que yo te diga.
El niño se levantó y se dirigió hacia mí con firmeza pero lleno de temor. Se sentó a mi lado, le pedí que se arrodillara enfrente de mí. En cuanto estuvo arrodillado, me solté dos botones de la blusa que llevaba puesta y sin pensarlo dos veces saqué mi seno derecho que se encontraba grande y erecto por efecto de la situación anormal que estaba sucediendo y a la vez grande y pesado por el embarazo y la lactancia. Él se quedó paralizado sin saber que hacer, tome su cabeza por su cuello con mi mano y con la otra sostuve el seno para ponerlo a su disposición
Ven nene que te voy a alimentar, chupa con ternura, y no muerdas.
Eso mi bebe hermoso, eso lindo, chupa, succiona el pezón, abre bien tu boquita y chúpala bien suave, eso mi bebe, succiona con tu lengua para que puedas saborear la lecha materna, yo le decía suavemente a su oído, a la vez que con mi otra mano sostenía el busto presionándolo delicadamente como si lo ordeñara.
Que sientes mi niño, le pregunte, mientras que el muchachito me succionaba con su boca.
Ya sale???
En ese momento lo retiré y vi mi seno manchado de leche materna y el sin decir nada regresó y empezó a beber de ella como si estuviera sediento.
Ciento un sabor dulce, sabe delicioso Lizeth, y no paraba de chuparme. La sensación que yo sentía era frenética, nueva para mí, y el saber que amamantaba a este chico me enloqueció, el por reacción se agarró de sus manos a mi vientre, bien crecido por el embarazo y chupó y chupó hasta el punto que no me di cuenta cuando cambió y me chupó el otro seno, y en ese momento mi blusa la tenía abierta completamente y solo le repicaba. Así mi niño, así mi nene, no me muerdas solo chupa.
Me gustaría poderles describir el grado de excitación que tuve, pero es indescriptible, y la única reacción que tuve en ese momento en que perdí totalmente mi cordura, fue dirigir mi mano izquierda que sostenía mi seno derecho abajo a su zona más viril, obviamente se encontraba erecto, no era muy grande, algo delgado, pero para su edad estaba bien, bajé la cremallera, desabroché el botón y baje un poco su pantalón, y comencé a masturbarlo, suavemente al ritmo que él me succionaba y tomaba leche de mí. Era algo que nunca pensé que yo hiciera, amamantar a este niño a la vez que lo masturbara. El chiquillo se enloqueció y a medida que el movimiento de mi mano sobre su pene se aceleraba, el chupaba con más fuerza mis pezones. El mutuo movimiento me llevó a expresar jadeo y gemidos de parte y parte hasta que sentí como el chiquillo no pudo controlar más su cuerpo y en medio de mordiscos involuntarios a mis pechos, eyaculó con todas sus fuerzas en mi mano, vientre, blusita a la vez que me besaba en mis senos y barriguita.
Se debió haber sentido muy apenado que se paró en ese momento, me abrazó me dijo que me quería, se subió su pantalón y trató de marcharse sin decir nada. Lo detuve en la puerta y le dije. No tienes que sentirte mal con lo ocurrido, sé que no fue lo apropiado, pero paso, me acerque a él, lo besé suavemente en los labios luego abrí su boca lentamente debido a su inexperiencia e introduje mi lengua, me agache y ahora era mi turno de chuparle su hermoso pene, debió ser las hormonas alborotabas del embarazo y el hecho que no había tenido relaciones desde que quede en embarazo, que me pareció tan delicioso cuando se lo chupe, aún tenía rastros de su anterior corrida, sabia delicioso, mi niño tenía los ojos desorbitados, estaba teniendo su primer sexo oral, con una mujer mayor y embarazada, que más excitante que eso, pasaba mi lengua de arriba abajo, lo metía todo en mi boca, no tardo en ponerse de nuevo duro lo saque de mi boca un momento y se veía bastante brillante mi saliva resbalaba desde su glande hasta la base, seguí chupándolo por un buen rato. Al sentir que ya la tenía de nuevo bien durita, lo deje de chupar, y me senté de nuevo en la orilla de la cama. El chico se me abalanzó encima mío sin ningún temor y me tiró a la cama, y por la incomodidad del volumen de mi pancita le dije a su oído. Mi nene, esta posición va ser incómoda para ti, para mí y por consiguiente para la bebé. Para hacer el amor con una mujer en embarazo, lo mejor es colocarla en posición de perrito, y me enderecé, bajé mi pantalón, y me quité el panty y me coloque en posición en cuatro patas y mi vagina a su disposición el chico se subió encima de mí y le dije.
Lubrícame más mi amor, con tu boquita, el chico se sorprendió y con mucha ternura estiré mi brazo, lo tome por su cuello y lo hice besarme y chuparme por toda mi vulva. Su lengua puntuda me hizo vibrar gemir y gritar, me relajé más e imaginé como si la bebé que tenía dentro de mi vientre fuera de él, era un pensamiento descabellado, pero el chiquillo me parecía hermoso como se los describí anteriormente, eso me tumbo más en la posición, y a la vez que me besaba en mi vagina y movía su lengua por toda ella, mis brazos que sostenían su cuello se aflojaron, clave mi cabeza en la almohada, quedando mi cadera y trasero apuntando hacia él, y me le entregué por completo.
Mi amor, mi niño, penétrame, El chico en medio de su inexperiencia se colocó detrás de mí, colocó su pene en la entrada de mi vagina y con la ayuda de mi mano lo hundió poco a poco. Cuando ya ingreso por completo no pude callar el grito, y el gemido, era bastante placentero
El niño continuaba penetrándome como un experto acompañada de jadeos y gemidos tanto suyos como míos. Empezó un mete y saca delicioso, bombeaba mi vagina de una manera placentera, la verdad no puedo expresarles el tremendo orgasmo que el muchachito me hizo sentir sobre todo cuando eyaculó de nuevo todo su semen, pero esta vez dentro de mí, sentía sus chorritos calienticos, les juro que lo sentí entrar, que me dejó sin fuerzas por un momento, finalmente me acosté en posición fetal, él se acostó detrás de mí como en posición de “cucharita”, me abrazo, me acariciaba mi pancita, y me decía al oído “te quiero mucho”, a lo que yo también le correspondí con un “yo también te quiero mucho”, me voltee y quedamos mirando frente a frente, nos besamos de forma tierna, nos levantamos de la cama, nos dirigimos a la ducha y después teniéndome que reponer rápidamente, arreglarme y arreglarlo a él , como decirle en forma tierna, que ese momento de debilidad de ambos debería guardarse hasta la tumba.
Espero que hayan gustado de la segunda parte de mi relato, escribanme sus comentarios, y estén atentos a una tercera parte, gracias, Besos, Lizeth.