MI MUJER Y SU AMIGO BISEXUAL
Una noche a mi mujer se le ocurrió jugar poniendo sus dedos en mi culo. Empezó con caricias y de a poco me fue metiendo los dedos. Yo reaccioné tranquilo al principio y luego me di vuelta para coger y lo hicimos como siempre. Le quedó como costumbre empezar a penetrarme. Una noche me empezó a masajear, yo estaba de espaldas relajado y pasó crema por todo el cuerpo. Sus manos me calentaban cada vez más y llegó a mis nalgas. Enseguida veo que me estaba cogiendo con tres dedos dentro de un condón. Yo sentía como sus dedos entraban y salían en mi culo todo lleno de crema y el lubricante del forro. Me quedé un rato y se acostó arriba mío, moviendo su pelvis contra mis nalgas. Su mano izquierda tomó mi pija dura y empezó a pajearme. Dejé que lo hiciera un rato, luego giré la besé y cogimos con furia. Cuando acabamos; pregunté “’estuviste viendo porno? Ella no hizo caso y me dijo “te voy a comprar un consolador, veo que te calienta mucho, y te voy a atender yo”. “Ni loco” le dije. Ella me miró fijo y se cagó de risa. La volví a besar y nos quedamos dormidos. Esa mañana me despertó con una mamada y sus dedos en mi culo. Ya empezaba a cogerme todos los días, y yo la dejaba.
Una noche hice un asado en casa con amigos de ambos. Noté que ella estaba muy divertida con Damián, un viejo compañero de laburo, el tipo no paró de hacerle chistes mientras le clavaba la vista a las lolas a Adri, que usó un vestido ceñido al cuerpo con un escote generoso. Todo bien. Tomamos unas copas de más y esa noche se me aparece con un consolador atado a la cintura. Le dije “¿estás loca, cogerme con esa verga? “Tranquilo mi amor, te voy a coger despacito” contestó. Nos besamos y ella siguió besando todo mi cuerpo hasta terminar en una linda mamada. Me hizo girar, me empezó a tocar el culo y ponerme lubricante. Yo estaba muy borracho y entregado. Luego levanté mi cola, ella puso un almohadón y dijo “así me gusta mi amor, que me ayudes…” Me penetró todo esa verga y empezó a moverse despacio, para luego partirme al medio con ganas. Me pajeaba y cogía con una coordinación perfecta hasta que acabé. Quedé todo dolido. Adri me besó y dijo “vamos a festejar“. Adri trajo dos copas de vino, prendió un cigarrillo y me dio otro. Mientras tomábamos y fumamos, le pregunté “¿estás saliendo con Damián? porque nosotros no cogemos hace como… 10 días. Ella se rió fuerte y me dijo, “¿10 días? Mi amor, hace un mes que te estoy cogiendo yo. Y vos… ¿estás saliendo con un chongo, tenes un novio, que te pasa que sólo te gusta el consolador? porque cada día te gusta más que te clave la verga…. Todo bien, pero avísame, así yo busco quien me la ponga… Y sobre Damián, él podría atendernos a los dos, es bisexual”
“Me estás jodiendo” grité. Adri me dijo “si mi amor, la verdad, un día hablando de nosotros, él me dijo que probara con los dedos, que quizás te gustaba, y luego me acompañó al sex shop a comprar la correa” Además, es cierto no para de tirarme onda, y está fuerte… vos lo viste. ¿Te gusta? Si queres, lo traigo a casa y nos atiende a los dos… Me quedé en silencio, la miré y contesté ¿vos te escuchas? Damián nos va a coger a los dos… estás loca?” me quedé en silencio pensando.. Yo no podía creer todo eso, pero tuve una imagen de un trío y me empecé a calentar al punto que mi pija se puso dura. Adri lo notó y me dijo “estás caliente, gordo, con Damián – viste que te iba a gustar? Ahora, es mi turno, que me atiendas….Cógeme, dale que yo te lo traigo a Damián. La abracé y besé con ganas, muy caliente. Adri se montó en mi verga y cogimos como pendejos, ella subía y bajaba, yo apretaba sus tetas y besaba sus pezones. Ella cerró los ojos y me comió la boca, mientras subía y bajaba no paraba de besarme. Me di cuenta que no era a mí a quien besaba…Estaba cogiendo con Damián…
El viernes siguiente invitamos a Damián a cenar a casa. Damián es atleta de triatlón, flaco musculoso pero no mucho, más bajo que yo y pelo cortado a lo Ronaldo. Tenía un pantalón blanco tipo chupín. Su culo es perfecto para un tipo de cuarenta y tres. Adri, notó que lo miré bien, y me guiñó un ojo cómplice. Adri estaba con un top sin corpiño y un short negro que a sus cuarenta le marcaba bien la cola. Preparé unos lomitos, tomamos abundante vino, contamos chistes- Damián cuenta buenos chistes- y luego nos sentamos en el living a fumar unos cigarros y seguir tomando un vino excelente que él trajo. Adri, empezó a bailar y moverse provocativamente y luego de unos minutos, Damián la acompañó. Bailaron muy apretados, hasta que ella lo abrazó y besó. Damián estaba al palo, yo clavé mi vista en su culo y en su bulto y empecé a excitarme. Me quedé helado viendo cómo se apretaban a mi mujer frente mío, pero estaba caliente, sentí que todo era como una película. Adri no paró de mirarme y vio cómo yo miraba a su macho. Enseguida notó mi bulto, se sonrió y me guiñó un ojo, mientras él le tocaba las lolas por debajo del top, para luego bajar a su cola. Ella acariciaba su pelo y lo besaba en el cuello. Franelearon unos minutos y luego Adri, lo agarró de la mano y se lo llevó al cuarto. “Te esperamos mi amor”, me dijo. Me quedé en silencio fumando, tomando y casi me hago una paja.
Terminé el cigarro y cuando llegué Adri se estaba comiendo la verga de Damián, muy loco todo… Me saqué la ropa despacio y mi pija no aguantó. Me sumé al sexo y besé primero a mi mujer y luego a Damián, lo toqué por todos lados mientras Adri dejó de mamarlo. Se quedó a un costado y veía cómo franeleamos. Luego ella se me acercó y empezó a lubricar mi ano. Damián se puso un forro, yo me acosté boca abajo y levanté la cola. Damián me penetró con fuerza, me cogió bien a lo macho, tratando de partirme con ganas. Sus manos me tomaron las caderas y tomó el control de todo mi cuerpo. Miré para atrás y vi a mi mujer abrazarlo, tocarlo y besarlo, mientras él me cogía con ganas. Adri lo tocaba por todo el cuerpo y eso me calentaba más. Luego de un rato Adri se agachó para besarme y sacó mi mano de mi pija, me empezó a pajear. Acabé enseguida, ella me dio una toalla y me quedé casi dormido. La última imagen que tengo de ese momento es que Adri lo besaba y se preparaba en cuatro patas esperando su turno. Yo estaba reventado.
A la mañana siguiente me desperté con mi mujer en la cama. Ella dormía totalmente desnuda. Imaginé que había tenido buen sexo. Me levanté, duché y empecé a preparar el desayuno. El olor a café la despertó. “Mi amor, ¿me toca desayuno en la cama?” preguntó. Aparecí con café, jugo de naranjas y panqueques. Desayunamos en silencio. “Gordo, vos estás bien, pasaste bien anoche? me preguntó. “Excelente le dije, y me parece que vos también, te confieso que me gustó…. Adri me abrazó y besó. “Te amo, no me dejes nunca, y menos por un chongo porque te juro que te mato”, me dijo.