Hola
Esto ocurrió cuando tenia 24 años, siempre he sido caliente, soy bajita 1,55 morena, con pechos grandes y culo parado. En esa época trabajaba en una institución de capacitación, estábamos buscando un lugar más grande para cambiarnos, por que la oficina ya era muy pequeña. Mi jefe me pidió que fuera a visitar unas propiedades, que el no podía. Me junte con el corredor un hombre de unos 45 años, alto, con algunos kilo de mas, pero atractivo. Me dijo que iríamos a visitar 3 oficinas, que iríamos en su auto para trasladarnos más rápido. En el trayecto conversamos, era agradable, yo vestía una mini, sandalias de taco y una blusa ajustada. Estábamos en verano, hacia mucho calor. Con una carpeta me tiraba aire para refrescarme. Notaba que el de reojo miraba mis piernas mientras manejaba. Llegamos a la primera oficina, le dije que estaba bien, pero necesitaba una más grande, sonriendole picaramente. Nos hirmos directo a la tercera porque esa es la más amplia, está un poco abandonada, porque lleva desocupada un tiempo.
Al llegar, me ayuda a entrar porque había unas cajas, tuve que levantar mis piernas y note que miro disimuladamente por si veía algo más. Esta propiedad tiene 3 pisos, oficinas en el primero, salas en el segundo y un pequeño departamento en el tercero. Empezamos a recorrerlo, cuando subíamos al segundo piso, me fui adelante en la escalera, para que mirara mi culo, me había subido un poco la falda y movía mis caderas. Yo sabia que iba con sus ojos pegados en mi culo. Hace calor acá, me decía, si mucho le dije yo. Después de recorrer ese piso, subimos al tercero, yo repetí la rutina, pero casi al llegar, fingí un tropezón, quedando de rodillas en el suelo, con el culo al descubierto. El me agarro por detrás tomándome de las caderas desnudas, ya que llevaba un colales pequeñito. Me ayudo a parar y me pregunto si estaba bien, con sus manos aun en mis caderas, por debajo de la falda. Cuando lo notó me soltó, disculpa, disculpa, solo te quería ayudar. No te preocupes, esta bien, le cerré un ojo,gracias por ayudar.
Entramos al departamento, estaba amoblado con una pequeña cocina, baño y dormitorio. Este espacio es para el cuidador me dijo. Pero lo pueden habilitar para lo que ustedes necesiten. Tiene una excelente vista, desde está ventana se ve mejor, era la ventana más alta, como yo soy pequeña, no alcanzaba bien. Si quieres te ayudo me dijo. Bueno le dije. Se puso atrás mio, puso nuevamente sus manos en mis caderas, por encima de la mini y me levanto, pegando su cuerpo al mio. Ves me dice, un poco. Para levantarte más tendría que tomarte como antes. Dale le dije, mirándolo hacia atrás y sonriendo.
Metió sus manos bajo mi mini, me tomo de las caderas y me levanto más alto. Sentía su mirada en mi culo al descubierto. Ves me dijo, ahora si le dije. Rica vista me dijo, muy rica. Tu crees? Sentí que me apretaba, me bajo, y acariciaba mi culo.
Disculpa, me deje llevar. Me di vuelta, con su manos aun en mis caderas. Así veo, le dije. Saco una de sus manos y me toco la blusa, se te ensucio, deja sacudirte y pasaba su mano sobre mi pecho. Yo solo me rei, bajo el cierre de mi blusa, mirando mis pechos grandes, con los pezones negros parados, que se notaban bajo mi sostén blanco de encaje. Mientras apretaba mis nalgas. Estas muy rica chiquita. Me tomo la mano y la puso en su pene. Esto será lo que necesitas. esta bien grande le dije. Yo creo que me sirve.
Se tiro sobre mi besándome, con su legua caliente. Me saco la blusa y corrió mi sostén, amasando mis pechos grandes. Se sentó, abrió sus piernas y me acerco a el. Mientras me besaba, me recorría entera. Estas rica chiquita, quiero comerte toda. Me saco la falda, quedando solo en sosten y colales, todo color blanco. Me abrazaba y ahora tenia su boca en mis pechos, los chupaba rico. Yo estaba muy caliente y mojada. Tenia poca experiencia, siempre con hombres de mi edad, un poco torpes. Este madurito me estaba haciendo gozar rico. Mientras chupaba mis pechos, tiraba mis pezones, me tocaba mi clitoris, yo estaba muy mojada. Estas mojadita chiquita, vamos a la cama para chuparte la concha, te haré gozar como nunca. Me recostó en la cama, se desnudo, su pene era grande, grueso, nunca había visto uno así. Me beso entera, se quedo en mi concha, lamiendo suave, luego fuerte, su lengua caliente entraba y salia de mi vagina. Uff acabe, tuve un rico orgamos. Ahora me la mamas chiquita. Se paro y me puso de rodillas. Me metí su pene lo que más pude y empece a chupar, a pasar mi lengua, a jugar con su puntita. Luego bese, amase y chupe sus cocos. El estaba muy duro, trataba de metermela toda en la boca, pero era muy grande. En tu concha entrará todita. Me tiro de espaldas en la cama, se subió arriba mio y me la metió suave, luego aumento el ritmo, mientras al oído me decía, estas rica chiquita, tienes la concha caliente y mojada, mira como entra toda, me tienes loquisimos, yo estaba caliente, abría mis piernas y me movia, para rozarme con el y sentir más, ya no aguanto me dijo, yo estaba a mil, empezó mas fuerte y acabamos juntos.
Que situación más caliente, se acostó a mi lado y me beso, su lengua entraba muy rico en mi boca, yo quería más. Nos abrazamos y empece a chuparle el pene, quería más, poco a poco empezó a revivir, cuando estaba duro otra vez, me monte arriba, lo galope rico y acabe varias veces, estaba extasiada. Ahora me toca a mi gozarte chiquita, date vuelta, tienes un culo muy rico. Yo me asusté, pero lo estaba pasando tan bien que me entregue a lo que viniera. Me puso en cuatro, lamió mi culo, me metió un dedo. Estas caliente chiquita, siente como entra suavecito, relájate, te la meteré toda, de a poquito. Sentía como avanzaba su pene en mi culo, de a poco, me dolía un poco, pero el pellizcaba mis pezones y mordía mi cuello, lo que hacia que yo también empujara de lo caliente que estaba. Ya estoy hasta los cocos adentro chiquita, siente mi pico, el se movía suave, hacia los lados, como tocando la campana, yo jadeaba,el me apretaba más. Te gusta chiquita, estas muy rica, que culo, te la comiste toda, te gusta dime. Si, está muy rica. El empezó a bombear más fuerte, pellizcando mis pezones, gritaba como animal, yo también gritaba. Estábamos pegados como perros, gozando, como nunca, hay hay voy a acabar le dije, el apuro el bombeo, apretando aún más su cuerpo, sentía sus cocos chocar con mis nalgas. Me apretó más y pego un grito de triunfo, acabando en mi culo, llenando de semen mi ano. Estuvo muy rico chiquita, mañana te pasaré a buscar para mostrarte otras propiedades. Nos duchamos, nos vestimos y me fue a dejar a la oficina.
Cuando llegue estaba mi jefe, me pregunto y le dije que tendría que ir al otro día porque ninguna cumplía con lo que queríamos, el corredor le dijo que mañana me llevaría a ver una más grande, que estaba seguro esa me iba a encantar
Otro día les cuento el segundo encuentro, besos